Me enamoré de ti mientras mentías
Si hay una mala práctica del común de los políticos que me molesta, es la de entregar dádivas indignas a los electores y atiborrarlos de promesas carentes de toda seriedad hechas al gusto del cliente y sobretodo de sus necesidades. ¿ Qué necesitas ?, perfecto, eso te daré ! Sí, como no ! en cuanto salga elegido, todas sus promesas se las llevará el viento. Pero la gente cree y a pesar que les mienten y ya les han mentido antes, les vuelven a creer. Por eso me pareció tan pertinente el nombre de la novela de Moruena Estrínga, " Me enamoré de ti mientras mentías ", para titular este blog, usando una analogía sarcástica por supuesto. Tanto ha calado esta mala costumbre en la mente de los electores peruanos, particularmente en los chalacos y cuando digo chalacos, me refiero a todos sus distritos también, que ellos ya no pueden disociar el concepto de "apoyar" sin "recibir" como ya los vamos viendo. Desde pollos hasta huevos son recibidos con alegría por l