Tantas veces PPK...


Esta semana tenía pensado otro tema para mi blog (que por cierto debió haber salido hace unos días), pero dada la coyuntura mediática a raíz de las declaraciones de nuestro Presidente de la República en un evento público, me parece oportuno comentar dos aspectos importantes: el primero, relacionado al origen de comidas y costumbres y el segundo, la importancia que tiene una buena comunicación para los gobernantes.

Con respecto al primer tema, debo aclarar como arqueóloga, un asunto que es de vital importancia. Solemos sentirnos orgullosos al adjudicarnos el origen de un invento, un descubrimiento, un producto alimenticio u otros en nuestro territorio nacional. Nos sentimos únicos, importantes y estos sentimientos, muchas veces, son exacerbados interesadamente por malos políticos o gobernantes a través de manifestaciones chauvinistas.

Lo cierto es que el desarrollo del hombre mismo, como especie animal y sus logros culturales a través de miles de años no se han dado de manera unilineal. Muchos inventos y descubrimientos se han producido de manera múltiple, en diferentes tiempos y regiones del planeta. Es decir, por ejemplo, la domesticación de una especie vegetal pudo haber tenido lugar en más de un determinado ámbito geográfico, por civilizaciones diferentes como en el caso del maíz cuyo origen se sigue disputando entre Perú, México en inclusive, la región del Himalaya. Me pregunto qué interés real puede tener esta discusión. En realidad para mi, ninguno, al margen del marketero y de la manipulación política.

Hace unos días, nuestro Presidente de la República, tuvo la infeliz ocurrencia de mencionar el origen japonés de nuestro cebiche (o será sebiche o ceviche) y la procedencia árabe de nuestra pachamanca y en honor a la verdad, algo de cierto hubo en sus palabras aunque el auditorio para expresarlo así, no era el más indicado.

Efectivamente, desde los albores de la civilización, diferentes culturas en el mundo han tenido formas similares de preservar y preparar los alimentos. En el Perú, en la cultura Mochica, se acostumbraba macerar el pescado en el jugo del tumbo o del maracuyá, pero los árabes acostumbraron macerar las carnes y pescados en vinagre o limón y esta costumbre la llevaron a España. Cristóbal Colón, en el siglo XV, trajo el limón hacia América y desde aquellos tiempos data su cultivo en nuestro continente, al igual que la naranja.. Es muy posible que el sabor y aroma de estos cítricos haya reemplazado a los ingredientes nativos. No olvidemos que las indígenas puestas al servicio de los españoles, solían macerar el pescado en jugo de naranja, según la usanza española y fueron seguramente los españoles quienes extendieron esta forma de preparar el pescado por toda América. Por cierto, el cebiche, con sus diferentes variedades, existe desde México hasta Argentina.

Por otro lado, los inventos y descubrimientos, pueden tener un origen múltiple. Tal es el caso de los hornos excavados en el suelo (técnica usada en la pachamanca) para cocinar alimentos en cantidad y cuyo origen coincide casi con la aparición del Homo sapiens. La arqueología ha registrado el uso de esta técnica de cocción en diferentes países e islas del planeta. El concepto, en todos los casos, es el mismo: agujeros excavados en el suelo dentro de los cuales se quemaba madera para luego, colocar sobre las brasas, diferentes carnes y vegetales envueltos en hojas de árboles o arbustos. Finalmente, se tapaba el hueco con tierra y piedras y se esperaba que el calor cocine los alimentos.

Estimados amigos, espero haber contribuido con esta breve publicación, a aclarar un tema que tanto revuelo causó. Por ello, cuando una autoridad decide expresar afirmaciones que pueden ser controversiales, particularmente ante un público sensible, es necesario que se asesore con sus especialistas en imagen y comunicación para evitar declaraciones que luego le causen un costo político. Hay que aprender PPK.


Comentarios

  1. Efectivamente, PPK tiene mucho que aprender pero ya es un poco tarde para que lo aprenda. Aceptando que él es quien es y nada más, PPK es un rotundo ejemplo del llamado "Principio de Peter". Este señor, quien por cierto no ama demasiado al Perú ("Una manada de peruanos" dijo en alguna ocasión que figura en videos), podrá ser todo lo bueno que, con justicia o sin ella, se le quiera otorgar en otros campos, pero como presidente del Perú es obvio, es la evidencia misma, que no da la talla.

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