Meditaciones en tiempos de campaña

Y por fin, después de una prolongada ausencia, vuelvo a retomar un placer que me apasiona: escribir,comunicar y compartir mis vivencias con ustedes amigos. En  esta oportunidad aprovecho como tema una pregunta que se me ha formulado numerosas veces: ¿ Qué se siente ser candidata ? La respuesta parece sencilla, sin embargo conformen fluyen las ideas, más complicado se me hace formular una que sea certera.

Sin embargo, si tengo que resumir lo que siento desde que asumí el rol de candidata por mi distrito, La Punta, la primera sensación que viene a mi es la responsabilidad. Ser candidata es un compromiso con mis vecinos que me obliga a ofrecerles una mejor ciudad para vivir, procurarles un ambiente sano y seguro, mejorar los servicios que incidan en una mejor calidad de vida y propiciar oportunidades para un óptimo desarrollo económico y social.

Hoy en día la política se ha envilecido, se ha convertido en un negocio y aquellos que como yo, anteponen sus valores y su vocación de servicio antes que sus propios intereses, son realmente ovejas negras, por lo cual me siento muy orgullosa, por cierto. Hablar con los vecinos con la verdad es casi un sacrilegio. Los vecinos, muchas veces,  esperan ofertas antes que propuestas responsables.No me considero una candidata convencional. No doy regalos, no negocio puestos de trabajo, no me debo a ningún empresario. No tengo dinero para "comprar" candidaturas, sin embargo el Dr. Pedro López me confió la responsabilidad de trabajar por mi distrito. Aprovecho la oportunidad también para agradecer a los responsables de otros cuatro Partidos Políticos que también tuvieron la gentileza de invitarme a ser su candidata por La Punta. Esto a mi me llena de orgullo y satisfacción porque veo que las propuestas y opiniones que he venido comunicando a lo largo del tiempo y mi perfil personal-profesional, han sido reconocidos.

Además de la responsabilidad, otra sensación que me ha acompañado a lo largo de la campaña, sobretodo en las zonas pobres del Callao, son la indignación y la pena por el vil aprovechamiento de las necesidades humanas y del deficiente nivel de instrucción de la población que a pesar de la violencia, los maltratos y las dificultades entre las que viven, siguen creyendo en los líderes, para bien o para mal. Mantenerlos en la ignorancia y en la pobreza es la malvada estrategia de los malos políticos para someterlos y utilizarlos. Escuchar a padres de familia que asesinaron a sus hijos, pedir que se les ayude para que termine la violencia, un puesto de trabajo, oportunidades de estudio para sus hijos o simplemente una medicina, es una experiencia fuerte, porque ellos ven a los líderes como súper héroes que todo lo pueden, pero..... no siempre es así....Impotencia, otra triste sensación para añadir a mi respuesta ante tantas generaciones de chalacos malogradas, sin rumbo, sin futuro.

Hay aún mucho camino por recorrer, pero aún a riesgo que mi perfil, poco convencional, me juegue una mala pasada, y sea otro quien ocupe finalmente mi lugar, seguiré fiel a mis principios ofreciendo propuestas responsables que conlleven al desarrollo de mi distrito y al bienestar de mis vecinos. Ese, será siempre mi compromiso.