El Plan Bicentenario o el cuento del país de las maravillas


"Somos una sociedad democrática en la que predomina el Estado de Derecho y en la que todos los habitantes tienen una alta calidad de vida e iguales oportunidades para desarrollar su máximo potencial como seres humanos. Tenemos un Estado moderno, descentralizado, eficiente, transparente, participativo y ético al servicio de los ciudadanos. Nuestra economía es dinámica, diversificada, de alto nivel tecnológico y equilibrada regionalmente con pleno empleo y alta productividad en el trabajo. El país favorece la inversión privada y la innovación e invierte en educación y tecnología para aprovechar las oportunidades de la economía mundial.La pobreza y la pobreza extrema han sido erradicadas, existen mecanismos redistributivos para propiciar la equidad social y los recursos se aprovechan en forma sostenible "

Este párrafo que acabo de transcribir amigos, aunque suene increíble, es la visión al siglo XXI plasmada en el Plan Bicentenario, aprobado en el segundo gobierno de Alan García elaborado sobre la base de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Acuerdo Nacional (que tiene un alcance hasta el 2030).

La pregunta del millón es : ¿Cuánto de este Plan se ha cumplido ? ¿ Cuántos congresistas, autoridades y funcionarios lo conocen ? ¿Las Regiones y Gobiernos Locales que han elaborado Planes de Desarrollo Concertado desde el 2011 o sus Planes de Gobierno, han considerado el Plan Bicentenario como línea maestra ? Pero la pregunta más importante es : ¿ Qué celebraremos los peruanos en el próximo Bicentenario de nuestra independencia que está a la vuelta de la esquina? ¿ Nos conformaremos con nombrar a una Plaza o Avenida con el nombre del Bicentenario y colocaremos por allí una placa en ceremonia rimbombante con los nombres de los notables ?

Lo cierto es que lograr una sociedad con alta calidad de vida, casi sin pobreza, sin desnutrición ni mortalidad infantil, duplicar el PBI entre el 2010 y el 2021, lograr un crecimiento anual por encima del 6 % y una taza de inversión anual, aproximadamente del 25 % , conseguir una tributación promedio anual superior en 5 puntos con respecto al PBI y desterrar el analfabetismo, entre otros temas, no es poca cosa. El papel aguanta todo.

Tomemos algunos indicadores, por ejemplo, Educación. De acuerdo al Plan Bicentenario el presupuesto asignado a este sector debería llegar al 6 % en el 2021,cosa muy improbable cuando este año no llegamos ni al 4 %. En cuanto a la pobreza, siempre aclaro, no soy economista pero sé que con los números se hacen maravillas y digo lo siguiente:  Supuestamente, desde el 2006, tanto la pobreza como la pobreza extrema han venido disminuyendo (salvo en el 2017 donde hubo un  ligero repunte) significativamente pero, qué tan real es ésto ? Miren ustedes, la pobreza extrema, se mide de acuerdo a la canasta básica alimentaria ( S/. 286.73 soles ) y la pobreza se mide respecto a la canasta básica de consumo ( S/. 328.00 ). Entonces, si ganas más de 328 soles, ya no eres pobre, ¿ ésto es cierto ? Una canasta básica de consumo considera alimentos y servicios, creen ustedes que se puede vivir dignamente con montos de 400 soles o algo más ?

Lamentablemente, a mi entender, hemos tenido tres grandes enemigos en el avance de los objetivos del Plan Bicentenario. En primerísimo lugar, la corrupción generalizada, institucionalizada en todos los niveles de gobierno y entidades públicas. En segundo lugar, congresistas que trabajan para sus intereses personales antes que por el país y malas autoridades incapaces de ejecutar eficazmente los presupuestos asignados devolviendo cada fin de año, millones al Tesoro Público.

Hay mucho trabajo por hacer amigos, a 200 años de nuestra independencia, aún no somos una Nación consolidada. Trabajar, desde la enseñanza de la arqueología y la historia, la conformación de nuestra verdadera identidad, que por cierto, va más allá de la denominación de origen de nuestro pisco y nuestros conocidos platos "bandera",es una obligación desde el sector Educación. De igual manera, urge recuperar nuestra autoestima como peruanos. Como dice la notable etno-historiadora, María Rostworoski, somos un pueblo acomplejado incapaces aún de superar el trauma de la invasión española que nos impide valorar los importantes logros de nuestra civilización aborigen. La valoración de lo foráneo antes que lo propio es un lastre que debemos soltar para empezar a creer en nosotros mismos y sentirnos capaces de obtener los cambios y los logros que la patria nos lo demanda.






Comentarios

  1. Más claro que el agua no lo puedes haber explicado Julia. Vivimos un drama que le podríamos llamar paradójicamente "bicentenario". Pues este drama lo vivimos desde que nacimos como país. Fatalmente los mismos individuos se las arreglan para seguir en lo mismos cubículos, personajes ajenos al sentir patriótico y humanitario. Siempre las instituciones gubernamentales están copadas por individuos que nada tienen que ver con progreso y desarrollo del pueblo peruano. Factor importante y descuidado es la educación. Necesitamos elaborar un currículum educativo más acordé con los tiempos e incentivando la lectura y el razonamiento verbal. Demasiada gente todavía ignora lo que significa votar, lo que da pie para que siempre vuelvan los mismos. Un fuerte abrazo. Miguel

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