Hora de elegir: ¿Nuevas esperanzas o más de lo más de lo mismo?
Hoy por fin puedo tomarme un tiempo para escribir una breve reflexión a propósito de las elecciones regionales y municipales del día de mañana. El primer tema que me preocupa es el alto grado de agresividad en que se han realizado las diferentes campañas electorales (con sus elogiables excepciones) en todo el Callao inclusive en mi distrito, La Punta y, ciertamente me preocupa porque la razón que debe motivar a las personas a tentar un cargo de elección debe ser sin duda, el sentimiento de servicio hacia sus vecinos. Sin embargo, es evidente que desde que las Regiones y los Gobiernos Locales gozan de importantes sumas de dinero, ese noble deseo de servir a su comunidad se ha convertido en muchos casos (demasiados diría yo) en un botín muy apetecible.
En el Callao los Movimientos Políticos Regionales nacidos de Chimpum siguen vigentes pero también hay candidatos que no procediendo de este mencionado movimiento político chalaco, tienen ese mismo "perfil funesto" por definirlos de alguna manera. Candidatos conocidos por sus malas mañas están por todos lados, lamentablemente. También hay que tener mucho cuidado con aquellos que tientan una reelección en otra circunscripción política. El poder y el dinero encandilan a quienes no tienen sólidos valores y una vez que los prueban no quieren dejarlos.
La corrupción es considerada el segundo gran problema del país después de la inseguridad ciudadana. Sin embargo, el poder que tenemos los ciudadanos para combatirla dando un voto a favor de candidatos idóneos, que los hay por cierto, es desperdiciado y se sigue eligiendo a personajes ligados a tan maligno flagelo. Las razones son obvias. Los partidos políticos no han realizado un trabajo serio en lo que respecta a renovación de cuadros con los méritos necesarios. Los partidos nacionales yo diría que están en proceso de extinción. Ante ello los movimientos regionales toman protagonismo. El problema con estos movimientos, es que mayormente son agrupaciones que se forman con fines electorales, carecen de idearios o doctrinas sólidas y terminan siendo clubes de amigos.
Por otro lado, los electores, siguen siendo en su mayoría una gran masa manipulable. Muy poco hemos madurado como ciudadanos y eso favorece a candidatos con intenciones nada santas. El interés personal sigue primando sobre el bien común. El impacto de la propaganda política en las calles, la utilización de los medios de prensa y la "fabricación de encuestas" que favorecen a las agrupaciones políticas que manejan grandes recursos (de dudosa procedencia) es determinante entre los electores. De esta manera, los candidatos honestos, honrados y capaces, que se resisten a hipotecarse con eventuales "benefactores" van quedando rezagados ante la maquinaria logística apabullante de las agrupaciones "poderosas". Así se genera un pernicioso círculo vicioso en el que los personajes cuestionados por temas de corrupción, terminan siempre ganando en los procesos electorales.
Tema aparte lo constituyen las instituciones encargadas de los procesos electorales, en las que por cierto no confío. Seguir en campaña o quedar fuera podría tener un precio. Otro peligro es el conteo de votos. Si las agrupaciones que participan en la contienda electoral no pueden cubrir con personeros a todas las mesas, existe el peligro que los resultados en mesa sean cambiados. Los votos hay que defenderlos en mesa de lo contrario la voluntad popular expresada en ellos, podría ser cambiada. No hay cosa que el poder dinero no pueda conseguir. Por ello no es sólo necesario que las agrupaciones políticas cubran con personeros todas las mesas de sufragio sino que éstos sean personas de confianza, que no se dejen presionar por malas tentaciones.
Así las cosas, no veo en el panorama electoral grandes cambios. Aún así guardo la esperanza que candidatos de valor ganen el día de mañana y trabajen con honradez y eficiencia en favor de todo el Callao. Recursos tenemos, lo que nos hace falta son autoridades valientes que se fajen por nuestra Provincia Constitucional, que recuperen el principio de autoridad en base de un liderazgo ejemplar y con la suficiente voluntad política para lograr los cambios que nuestro Callao necesita.
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