"No quiero tener hijos" : ¿ Buena o mala decisión ?

 Estando muy próxima la celebración del Día de la Madre, me parece pertinente analizar un tema muy en boga hoy en día que se refiere a una tendencia cada día mayor en nuestro país, mayormente en los segmentos socioeconómicos medios y altos y básicamente entre los millennials y la llamada generación Z. Me refiero básicamente al deseo de conformar relaciones libres entre parejas y el no deseo de procrear hijos. Esto, sin duda, obedece a una problemática . A continuación veremos algunas de sus razones y posibles consecuencias. Tema, que por seguro generará debate.

Hay, sin duda, un entretramado de circunstancias que condicionaron a que generaciones de mujeres que bordean los 40 años a menos opten por no tener hijos. Esta decisión se da a la par de la crisis del matrimonio como institución social, prefiriéndose la convivencia e incluso, relaciones libres de pareja sin mayor compromiso.

Por un lado tenemos las difíciles condiciones económicas existentes frente a la responsabilidad que demanda conformar una familia, antes a cargo principalmente del varón pero que luego es asumida también por la mujer, en parte por la imposibilidad de responder a los gastos del hogar con sólo el ingreso del varón, pero también como consecuencia de su proceso de empoderamiento económico que le permite aportar también para los gastos de la casa y de los hijos.

Hoy en día debemos de considerar lo fuerte que es la competencia laboral a nivel mundial, no sólo en Perú. Por ello, hombres y mujeres invierten cada vez más, tiempo y dinero en mejorar su nivel de profesionalización para estar mejor preparados para la dura competencia. Un doctorado, por lo general, se inicia después de los 40 años, cuando el ciclo fértil de la mujer ya va en caída. Pero, en general, podemos considerar este rango de edad como en el que las personas logran su afianzamiento profesional y laboral. En este punto habría que preguntarse, ¿ Cuántas mujeres estarían dispuestas en hacer un alto a su vida profesional para dedicarla a la maternidad entes que lleguen a la edad de riesgo para embarazarse ?

Los millennials optaron por reducir drásticamente el número de hijos, prefiriendo sólo uno en la mayor parte de los casos. Pero la generación Z  (1,997 - 2,012) la tiene muy clara: ellos simplemente no quieren hijos. Los millenials (1,981 - 1,993) constituyen la generación más preparada e instruida, pero mal pagada. Ello explica en gran parte su posición respecto a la opción de tener hijos. Además, no olvidemos que durante la pandemia el rango de edad más afectado económicamente fueron los jóvenes. Más de medio millón se ubicaron por debajo del umbral de la pobreza.

Es importante señalar que este análisis no tiene mayor relevancia en los sectores pobres con bajo nivel educativo. En ellos, la falta de una debida educación sexual tiene como consecuencia numerosos embarazos que inician incluso en la adolescencia y que incrementan así los índices de pobreza. Tema que a mi entender linda en lo delictivo al traer al mundo criaturas cuyo costo de crianza no están en condiciones de asumir y trasladándole de esta manera, su responsabilidad al Estado injustamente.

Pero si bien la decisión de no tener hijos es absolutamente una decisión personal o de pareja, muy válida además,  no deja de tener efectos a mediano o largo plazo a nivel familiar, comunitario e incluso nacional.

La familia, integrada por padres e hijos, quiérase o no, ha sido la unidad social desde el origen del hombre y asumo que así seguirá siendo. La relación entre padres e hijos no sólo es una cadena de amor sino que el cumplimiento de los deberes de ambos, asegura que la sociedad funcione adecuadamente. Los padres prodigan amor y proveen las necesidades de sus hijos, pero éstos deberán, el día de mañana, retribuir lo que hicieron sus padres por ellos cuando lleguen a la ancianidad. 

Dicho esto último vemos diferentes situaciones que se dan según las posibilidades económicas de cada familia. Los ancianos más favorecidos permanecen en sus casas o en la casa de un hijo bajo el cuidado de una persona que lo asiste en todas sus necesidades. En otros casos, son llevados a residencias para adultos mayores donde les proveen todos los cuidados necesarios, tal como se estila en el primer mundo donde es costumbre llevar a los padres o familiares mayores que no tienen quién se responsabilice de ellos. Lugares muy bonitos, en sus instalaciones, pero absolutamente tristes.

Sin embargo, en los sectores pobres, muchos ancianos, aún teniendo hijos, quedan abandonados a sus suerte generándose así una carga más para el Estado el cual por cierto atiende a estas personas con el dinero de nosotros, los contribuyentes. Es decir, la irresponsabilidad de unos, la pagamos todos.

Por otro lado y finalmente, la decisión de los jóvenes de no tener hijos, tendría también un efecto en la economía nacional, como lo veremos en algún momento en Europa: al no haber nuevos jóvenes disminuirá el crecimiento económico y el pago de las pensiones entrará en serios problemas al invertirse la pirámide poblacional y por ende disminuyan la aportaciones. Menos tributos, menos desarrollo y más bien aumento de los gastos en salud por el incremento de los adultos mayores y sus mayores necesidades sanitarias.

Los hijos no sólo aseguran nuestra supervivencia como especie en el planeta sino que constituyen parte del engranaje social que garantiza un nivel de vida seguro y armónico para todos.

Para terminar, hay un dicho que esquematiza perfectamente la importancia de los hijos respecto a la atención de los padres :

" Hoy por mi, mañana por ti "

JULIA SCHABAUER



Comentarios

  1. July ,siempre tan clara y acertada,lamentablemente , todo lo descrito es la pura y triste verdad,

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