Turismo y arqueología: aliados estratégicos

 La arqueología no es solamente una herramienta valiosa en la construcción de identidad nacional a partir de la generación de memoria social y cultural, sino que es también la principal "proveedora" de destinos turísticos. Esto último es posible en la medida que las investigaciones arqueológicas deberían devenir, por lo menos en teoría, en la puesta en valor de los sitios arqueológicos a fin de generar desarrollo económico en su entorno y a nivel nacional a través de una adecuada articulación entre el sector de turismo y el de cultura.

El Perú es un país rico en yacimientos arqueológicos. Sin embargo, son muy pocos los proyectos de investigación de mayor envergadura con financiamiento nacional. La  mayor parte siempre han sido financiados por fundaciones o universidades extranjeras en muchos de los cuales pude participar hasta que la aparición del terrorismo en la década de los 80 los hizo correr del país.

Lamentablemente, la investigación de los grandes yacimientos arqueológicos requieren grandes presupuestos para cubrir las diferentes etapas que comprende hasta quedar listos para su exhibición al público. Ni siquiera se destina dinero (que sí lo hay) para su debida protección. El monstruoso avance urbano ha hecho que se invadan estos lugares ante la impotencia de los ciudadanos. Por ello es necesario colocar cercos perimétricos , sin embargo ello no es posible en la mayoría de los sitios porque carecen de saneamiento físico legal (drama aparte). En el Callao, esta realidad es preocupante.

A pesar de ello, resulta interesante saber que un sector importante de la población ve el trabajo arqueológico como un medio para conocer el pasado sino también para despertar orgullo en las poblaciones que se asientan en las comunidades aledañas a los sitios arqueológicos los cuales debidamente conservados se podrían incluir en circuitos turísticos. Esto es muy cierto porque la preservación del patrimonio arqueológico tiene una gran importancia cultural y económica, correctamente manejado.

El crecimiento económico es fundamental para erradicar la pobreza pero no es una solución a todos los problemas per se. Lo importante es la calidad del gasto público. Lamentablemente, el sector menos favorecido en el reparto del presupuesto nacional, es el Ministerio de Cultura. En el Perú no se termina de entender que al patrimonio cultural debemos darle un uso social. Por ello opino que la inversión pública en proyectos de investigación arqueológica no sólo debe darse desde el gobierno nacional, sino también desde los gobiernos regionales y locales ya que muchos de ellos poseen importantes ingresos por canon y otras rentas.

El cuidado del patrimonio cultural es inherente a nuestros derechos culturales y, el Estado es el garante de su conservación y protección. Nuestro patrimonio cultural es una herramienta para mejorar el nivel de vida de las personas. La implementación de proyectos de investigación debe buscar su revalorización como un medio para el desarrollo social, educativo, ambiental y económico, para las poblaciones aledañas, principalmente. El patrimonio arqueológico bien administrado para el turismo es una herramienta de lucha contra la pobreza.

Dicho esto, es importante aumentar los presupuestos para ampliar el número de proyectos de investigación y restauración y así poner en valor aquellos que ameriten ser incluidos en nuevos circuitos turísticos ya que queda claro que no se podrá intervenir en todo el universo de yacimientos arqueológicos. De esta forma, se logrará aumentar la oferta turística consolidando no sólo nuevos "destinos turísticos" sino nuevas "rutas turísticas" en las cuales se podrá ofertar mayores destinos culturales o combinar lugares arqueológicos con otros atractivos de diferente naturaleza, como los lugares de esparcimiento, gastronomía, aventura, etc.

La investigación arqueológica pues, provee nuevos lugares atractivos para el turismo. Intervenir un sitio arqueológico o recuperar restos para su exhibición, tiene un efecto en el turismo cultural que produce importantes ingresos, que por cierto deberían quedarse en un importante porcentaje, en el lugar que se generan de tal manera que se aseguren los fondos necesarios para su conservación y posteriores investigaciones. No olvidemos que el turismo favorece a la oferta de una serie de servicios que podrían brindar los lugareños y así beneficiarse del flujo de visitantes. así por ejemplo, transporte. guías, restaurantes, hoteles etc.

Sin embargo, es importante considerar que el turismo debe ser siempre responsable y acorde a la idea de conservación y preservación , esto es, turismo responsable. Las actividades e instalaciones turísticas deben respetar siempre la naturaleza, las características del lugar y la capacidad de acogida del medio natural y social de los lugares en donde se instalarán y desarrollarán proyectos turísticos.

JULIA SCHABAUER


Comentarios

  1. El patrimonio cultural y el turismo son nuestros grandes tesoros en el cual nosotros somos muy privilegiados

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  2. César Alberto Verástegui Llaque16 de mayo de 2023, 19:27

    Excelente artículo. Felicitaciones

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  3. Bien Julie, ojalá tuvieran nuestras autoridades la voluntad de proteger y explotar nuestros recursos históricos - turísticos para beneficio de todos los peruanos.

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