El aprovechamiento político del asistencialismo en el Callao: el daño de Chimpum
Antes de desarrollar mi blog, es necesario precisar la diferencia entre dos conceptos: la asistencia y el asistencialismo. El primero es el apoyo que deben brindar las autoridades a un sector específico de la población en situación vulnerable para resolver necesidades urgentes fomentando su desarrollo individual a través de programas educativos idóneos y de la dotación de herramientas vitales para involucrarlos en el aparato productivo. La asistencia social si bien se aplica a largo plazo, no es indefinida, se aplica hasta que la población sea capaz de sostenerse pos sí misma. Sin embargo, el asistencialismo se enfoca en la entrega de bienes o servicios para paliar ciertas carencias de manera continua y prolongada de tal manera que resulta formando parásitos sociales que constituyen una tremenda carga para el Estado
Digo esto, porque habiéndoseme designado hace algunos días como precandidata al Senado de la República por Avanza País, he iniciado la publicación de una serie de temas relativos a mi campaña. Las personas que siguen mi trayectoria política deben conocer mi perfil personal y mis líneas de acción. Temas que mantendré siempre a pesar que puedan resultar impopulares porque mi palabra y mis convicciones están primero. Es así que, en una de esas publicaciones, afirmo lo fácil que es hacer campaña en poblaciones donde campea la necesidad y el bajo nivel educativo y qué difícil resulta convencer a la población a través de propuestas de gobierno serias y responsables. Además hice hincapié en que la única forma de salir de la pobreza es a través de la educación y la profesionalización para acceder a trabajos de calidad y obtener así, una buena calidad de vida.
Dicho esto último, una señora del Callao - que ejemplifica el daño del asistencialismo y que además no entendió mi publicación, me comenta ofendida- que "yo no tengo autoridad para hablar de educacion (?) porque no regalo chocolatadas a los colegios"...una pena leer eso y comprobar el gran daño que por décadas, malas autoridades ligadas al partido político Chimpum Callao (que han mutado en una serie de otros partidos pero que son lo mismo), han ocasionado en la población chalaca. Aprovecho en aclarar que he colaborado con personas con necesidades muchas veces pero con la indicación previa que nunca se me mencione y nunca lo he hecho como parte de mi campaña política cuando fui candidata a la alcaldía de la Punta; mi campaña fue puerta a puerta llevando mis propuestas de gobierno. Y, por cierto, tampoco lo haré ahora. Mi línea de hacer campaña seguirá siendo la misma.
Lamentablemente, este asistencialismo se ha convertido también- desde hace décadas, cuando Chimpum tomó el poder y coincidentemente se inició la lluvia de millones con la renta de aduanas- en un estilo de hacer campaña política en las poblaciones de bajos recursos como en gran parte del Callao donde existe un 34 % de población en situación de pobreza monetaria, es decir, los ingresos familiares no alcanzan para solventar sus necesidades básicas para vivir y penosamente, ese porcentaje sigue en aumento desde el año 2019. Los lectores se preguntarán ¿ Cómo puede ser posible eso en una región con importantes recursos ?...simple: corrupción e ineficiencia en el gasto.
Dicho esto, en gran parte del Callao se considera un buen candidato al que regala cebollas, papas o lo que sea para demostrar su sensibilidad social cuando en relidad lo que están haciendo es una utilización malévola de su situación y una falta de respeto a la dignidad humana al obsequiar mendrugos como si con eso se resolvieran sus graves problemas económicos. Pero este recurso, de ofrecer dádivas a cambio de votos, no es el único. Soy testigo de las innumerables personas que se acercan a los candidatos para dar su voto a cambio de acceder a un empleo. Esto es entendible porque en este carnaval de ofrecimientos populistas y entrega de dádivas, los electores se han formado la idea que los candidatos somos personas adineradas y poderosas, que de llegar al poder, podremos dar trabajo absolutamente a todos y que además, tenemos la obligación de entregar donaciones a diestra y siniestra como si el dinero del Estado fuera nuestro y pudiéramos hacer lo que nos venga en gana.
Sobran lo casos de candidatos que han llegado al poder y que al no cumplir sus promesas de dar trabajo, han sido vapuleados masivamente, inclusive por otros políticos que no lograron ser ganadores. Una verguenza realmente.
Finalmente, para comprobar lo que sostengo en este blog, les comento que en una reunión con representantes de la Zona Sur del Callao les dije, entre otras cosas, que un buen candidato es el que les habla con la verdad: ninguna autoridad puede dar trabajo a todos los electores que se lo piden. Lo que hay que pedir a un candidato es que muestre sus ´proyectos de gobierno para resolver los problemas y necesidades de su circunscripción política para acceder a un estado de bienestar. Pero lamentablemente esto no funcionó. Expresaron que daban su apoyo en campaña y su voto siempre y cuando se les ofrezca trabajo y se pague por sus servicios de apoyo proselitista. A eso pues los acostumbró Chimpum.
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