Radiografía de la gestión pública: mi experiencia en el Callao

 Cuando, hace algún tiempo recibí la invitación de la regidora Karina De Montreuil para trabajar en la Municipalidad Provincial del Callao como Asesora de Gestión Municipal, todo un abanico de objetivos vinieron a mi mente, sin embargo, el tiempo no sería suficiente y había que aterrizar las prioridades dentro de la problemática que encontraríamos . Por otro lado, me entusiasmaba el poder observar el porqué de la gestión edil había sido tan deficiente y decepcionante para los chalacos, a tal punto que se llegó a añorar los tiempos en que Chimpúm reinaba en el Callao.

Un ingrediente especial en esta importante experiencia, era que la Dra. De Montreuil, sería la primera alcaldesa del Callao y, si bien lo era de manera provisional, eso no quitaba la gran relevancia del cargo y mi gran responsabilidad al acompañarla y ser "su mano derecha" como ella solía decirme con mucho aprecio. Compartir doce o más horas de trabajo, de lunes a domingo, casi sin descanso, fue un esfuerzo que asumimos con gusto. Nos habíamos preparado para ello. Se le dio a la gestión el necesario toque humano a lo que denominé "Gestión con rostro de Mujer". Los ojos de los chalacos estaban puestos en las mujeres. El desafío era enorme pero los resultados fueron gratificantes y los vecinos y el propio personal municipal así lo reconoció.

Como era de esperarse, al tomar las riendas del gobierno municipal, nos encontramos con todo tipo de trabas. Desde problemas con los presupuestos hasta personal amedrentado para limitar su trabajo y evitar que los objetivos trazados, se cumplan y así pasar sin pena ni gloria por la gestión municipal. Sin embargo un equipo de primera y la buena voluntad de los funcionarios y trabajadores municipales, hizo posible que la mayor parte de los trabajos previstos, se cumplan.

Siendo el Callao, penosamente famoso por al alto índice de criminalidad y, teniendo un alcalde ausente, escondido, sin contacto con sus vecinos, hubieron por supuesto, voces de incredulidad en la capacidad de las mujeres. Sin embargo, entre la alcaldesa y yo había un denominador común que fue lo que propició no sólo un buen engranaje para el trabajo sino de una bonita amistad y eso no era otra cosa que nuestro amor por el Callao y el haberlo recorrido casi por completo ingresando a lugares donde ni los hombres se atreven, siendo siempre estimadas y bien recibidas. En este punto quiero destacar mi admiración por ella, porque siendo mujer, recuperó e impuso el principio de autoridad, en todos los ámbitos.

Entonces, haciendo un balance de mi paso por la municipalidad provincial, debo señalar que la mayor parte de las razones de la deficiente gestión, no me eran desconocidas. En primer lugar, como siempre, la corrupción: el negociado, el aprovechamiento del cargo, el amiguismo, la falta de valores y la indiferencia ante las necesidades y demandas de los vecinos. A ello se le suma la falta de personal idóneo en las diferentes gerencias; gerentes "pulpos" que tienen a su cargo hasta cinco gerencias y que manejan todo el círculo de adquisiciones. Lo ilegal no tiene límites y al parecer, quienes deben ejercer el debido control, están pintados. Algunos regidores controlan su feudo de poder al valerse de su cargo para ejecutar diversos "favores". Por otro lado, el nivel de burocracia es alarmante. El nuevo alcalde deberá aplicar una urgente reingeniería en las diferentes áreas municipales.

Lo increíble, es que a pesar de la enorme cantidad de personal, los procesos son lentos y tediosos cuando un vecino exige ser atendido en su demanda. No hay seguimiento a los procesos y los robos de materiales por parte de trabajadores inescrupulosos son una vergüenza. La visión moderna de administración pública, no existe; cero gestión por resultados, cero visión empresarial. No hay interés de generar valor público. Las demandas vecinales no se oyen ni se resuelven, la política es postergar. Otra deficiencia mayor es el nulo trabajo coordinado con el Gobierno Regional desperdiciándose así presupuestos importantes para beneficio del Callao. Las rivalidades políticas y personales impiden realizar esfuerzos mancomunados. No tenemos pues políticos profesionales. Ese es el drama del Callao y del Perú.

Sin embargo, también hubieron aspectos positivos durante mi experiencia en la municipalidad del Callao.. Una vez más se pudo comprobar que las cosas se pueden hacer bien cuando hay voluntad política y un equipo eficiente y comprometido. Se intervinieron diferentes puntos críticos mejorando así la calidad de vida de los pobladores. Se tomó como eje fundamental de gestión, el trabajo interinstitucional  para resolver diferentes problemáticas y se articuló directamente con los vecinos para atender sus necesidades. Es cierto que no se puede resolver todo, pero escuchar el clamor de los vecinos es importante. 

Hay pues mucho por hacer y demasiado por mejorar. Ahora, la pelota está en la cancha de la nueva autoridad elegida. Espero que esté a la altura de las circunstancias. El Callao no puede seguir retrocediendo. Debemos recuperarlo para los chalacos, para las generaciones que vendrán. Pero eso sólo será posible con políticos de valor. Las mujeres tenemos en este tema una tarea pendiente. Ya se dio un primer paso, ya se demostró de lo que somos capaces, ahora, a seguir la senda.

No quiero terminar sin agradecer públicamente a la Dra, Karina de Montreuil por la confianza hacia mi persona en este desafío que nos hermanó como mujeres, políticas, profesionales y, sobretodo, como chalacas que quieren lo mejor para el Callao.