La violencia en el Callao y sus raíces en el núcleo familiar

 Las conversaciones con diferentes vecinos chalacos previas a la campaña electoral es para mi, como científica social, la parte más enriquecedora del proceso. Es aquí donde la teorización se puede palpar en carne viva. Este trabajo, dadas las violentas condiciones en que se vive en el Callao hoy, tiene una mayor relevancia y nos permite analizar la problemática, cara a cara con los actores. Parte de estas conversaciones las compartiré en este blog en la urgente necesidad de encontrar explicaciones y soluciones a una espiral de violencia que tiene impactados a todos los ciudadanos.

En toda ciudad puerto existe un peligro constante por la naturaleza de las actividades que allí se realizan y los valores que se generan. Sin embargo, desde hace unas semanas las muertes a manos de sicarios -sea por extorsión, cobro de cupos, asaltos, ajustes de cuentas o narcotráfico- están superando todos los límites y las autoridades parecen no tener ni idea de cómo poner fin al tema de la inseguridad. Si bien es cierto que la Policía Nacional, es la institución encargada de brindar seguridad, los gobiernos regionales y locales tienen un deber de colaboración ineludible en la solución de este problema.

Tengo muy claro que para dar solución al flagelo de la inseguridad, se debe conocer primero sus causas; entre ellas, las más evidentes son la pobreza, bajo nivel educativo y falta de oportunidades pero a éstas, habría que añadirle una razón más, poco valorada, mucho menos enfrentada y es, la grave crisis familiar que viven los chalacos. Abundan los hogares abandonados por el padre, maltrato familiar a esposa y/o hijos, embarazos no deseados, embarazos adolescentes, numerosas madres solteras y desconocimiento de la necesaria planificación familiar, incluyendo las diferentes formas de evitar los embarazos.

Sobre esto último tuve la oportunidad de conversar con un grupo de activas mujeres jóvenes de la zona sur del Callao,  que trabajan en favor de mujeres vulnerables con su propio peculio. La mayor parte, jovencitas que ven truncados su futuro por embarazos no planificados, con o sin parejas estables. Aún muchas de las que tienen pareja sufren por la irresponsabilidad de éstas, ya que se desentienden de sus obligaciones para dedicarse al vicio o a actividades delictivas. De esta manera, los hijos son desatendidos o en todo caso se les atiende de una manera precaria, ya que las madres tienen que trabajar para llevar el sustento a sus hogares.

Dicho esto, se entiende por qué muchos de estos adolescentes e incluso niños, se convierten en presa fácil de los delincuentes. En estos lugares no es raro ver jovencitos portando armas que lucen con orgullo y lo peor, celebrado por sus madres, aunque suene de locos. Esta es la grave crisis de valores que afecta al Callao y que nadie asume. Existe entonces una perniciosa relación entre la crisis familiar y la delincuencia. La primera aporta los individuos que la segunda requiere. Este es el ciclo que hay que romper pero lógicamente es una tarea de largo aliento, sin embargo hay que iniciarla ya.

Una  cosa es parir un hijo y otra cosa es estar capacitada para educar correctamente a un ser humano. Como sea, la mujer siempre será la piedra angular de la familia sobre la que recae la funcionalidad de la misma. Si no educamos a nuestras mujeres chalacas adecuadamente, ellas tampoco lo podrán hacer con sus hijos, por lo tanto el nefasto ciclo nunca terminará y, en este punto sí hay una responsabilidad de las autoridades porque como se los dije ese día a estas valiosas mujeres: los malos políticos las querrán siempre pobres e ignorantes para que vivan eternamente dependiendo de ellos. El gobierno regional tiene un importante presupuesto para educación y salud, entonces que se usen adecuadamente en favor de los chalacos.

Para terminar, les expuse la necesidad de impartir educación sexual entre los jóvenes, ya sea en sus hogares y/o en las escuelas a cargo de profesionales, para poner fin a tantos embarazos no deseados que terminan en muchos casos, en abortos obviamente clandestinos, poniendo en riesgo sus propias vidas. Sin embargo, grande fue mi sorpresa cuando me mencionaron que son los propios padres de familia los que no quieren que se les informe a sus hijos sobre los métodos de control de la maternidad pues dicen que ello conllevaría a un libertinaje sexual. Nada más alejado de la realidad. Los jóvenes que estén dispuestos a tener relaciones sexuales, lo harán sí o sí. La educación sexual no es sólo informar sobre los métodos de anticoncepción, sino de los valores morales y éticos que implican las relaciones sexuales.

En fin, la tarea en el Callao es grande, pero las ganas de trabajar por lograr los necesarios cambios, también lo son.

JULIA SCHABAUER


 

 

Comentarios

  1. Felicitaciones, excelente artículo

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  2. Néstor Zúñiga Bustamante1 de diciembre de 2024, 21:08

    Muy enriquecedor artículo Julita

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  3. Edmundo F. Pérez Morales2 de diciembre de 2024, 8:42

    Pues sí, mi estimada amiga Julia, mucha razón tienes en el análisis que haces sobre este aspecto álgido o turbio, sobre el comportamiento de la sociedad chalaca. Si en psicología se estudia la conducta humana a nivel individual, en sociología se la estudia a nivel grupal y, por supuesto, seccionando a esos grupos por estratos sociales.
    El trabajo y análisis, que se hace sobre este comportamiento que mencionas en el título es de por sí enriquecedor, más aún si se palpa “en vivo y en directo”.
    Considero, como origen de esta problemática, el bajo nivel cultural que da lugar a la ausencia de moral y autoestima personal. Las leyes educativas actuales han dejado de lado la educación moral que se sebe dar a todo escolar durante su proceso formativo como futuro adulto. Escucho a muchas personas decir que: “la educación y la moral empiezan por la casa", entonces pregunto: ¿qué educación y qué moral van a recibir los jóvenes si en sus casas hay ausencia de educación, de moral y de respeto, cuyos padres nunca recibieron educación moral y cívica cuando eran escolares?
    Urge, por tanto, cambiar las leyes educativas ya que es una necesidad imperiosa que se debe exigir y satisfacer para salvar a la sociedad de lo amoral.
    Cuando se reestructuren… cuando se cambien las leyes educativas, especialmente a nivel escolar, veremos a mediano o corto plazo, a las siguientes generaciones vivir en una sociedad sana, sin embarazos prematuros, veremos a padres jóvenes asumiendo su paternidad, las madres ya no tendrán el vano orgullo de ver a su hijo con un arma en la cintura, podremos ver a mujeres adolescentes que sabrán lo que es respetarse a sí mismas, y jóvenes que no verán a las adolescentes como objeto sexual sino como futura compañera de vida.
    Mientras las leyes educativas durante la formación escolar no cambien, nuestra sociedad chalaca no saldrá de este atolladero social en que se encuentra.

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  4. Buen analisis, necesitamos unir esfuerzos para sumar a la lucha contra la delincuencia. El Callao es mucho más grande que sus problemas.

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