La Seguridad en punto de quiebre: el caso Pataz

Es domingo, un día que debe ser de paz y de descanso y en el que me gustaría comentar noticias alentadoras y positivas. Sin embargo, la noticia publicada el día de hoy sobre el asesinato de trece trabajadores de seguridad de una empresa minera en Pataz (La Libertad) no puede ser mirada de lado. No podemos caer en el gran error de normalizar la criminalidad y por ende, la ineficiencia de nuestras autoridades para actuar frente al flagelo de la inseguridad. Hoy fueron ellos, mañana cualquiera de nosotros o de nuestras familias. Como ciudadana y política responsable, no puedo ignorar tal tragedia que enluta a trece familias peruanas.

Creo no exagerar al decir que la seguridad en el Perú llegó a su punto de quiebre pues es innegable que gran parte de la población vive afectada por el miedo y la sensación de vulnerabilidad. Hoy, subir a un transporte público, salir a comer a un restaurante o simplemente ir de compras al mercado, se han convertido en situaciones de riesgo. Las madres volvemos a sentir la misma angustia de los años 80 cuando esperábamos con ansias que nuestros hijos regresen sanos y salvos al hogar. Hoy, te asaltan o te asesinan en una barbería, un chifa o en un centro comercial.

Por supuesto, ese miedo con el que la gente tiene que convivir día a día, no es una mera sensación. Es la reacción natural y humana ante el aumento de la criminalidad y la deficiente actuación de quienes nos deben garantizar seguridad..

No es posible que una masacre de tal magnitud, no tenga consecuencias políticas. ¿ Será que el actual gabinete debería renunciar en pleno para dar pase a un gabinete de emergencia, como señala mi buen amigo Walther Maratuech ? Yo pienso que sí. Mantener en funciones a ministros y funcionarios que no dan la talla nos está pasando factura a todos los peruanos. Hace pocos días en el Callao hubieron siete asesinatos en menos de una semana. Estas cifras son realmente de escándalo pero nuestras autoridades, al parecer están más interesadas en la reelección o en inaugurar obras pro campaña solapada.

Hace no mucho, se insistió en decretar nuevamente el estado de emergencia en ciertas ciudades, una medida fracasada por demás ante el descontrol de la violencia. Pero, es que es más fácil y mediático sacar un poco de tropa y pararlos en ciertos lugares -no me queda claro bajo qué criterio-  que implementar una estrategia de lucha contra el crimen en la que participen todas las instituciones que deben brindarnos orden, paz y seguridad. A grandes males, grandes soluciones, aunque resulten dolorosas. Por supuesto hay una responsabilidad de la presidente de la república pero también la hay del congreso que ha sido incapaz de dar las leyes necesarias para luchar contra la criminalidad. Ni qué decir de la fiscalía, enfrentada a la policía nacional por un tema de competencias. Los gobernadores regionales y alcaldes no se libran tampoco de sus responsabilidades.

Así las cosas, los ciudadanos esperan y exigen un mejor desempeño de la Policía Nacional. Paralelamente, las autoridades se lavan las manos diciendo que se ha notificado al mando policial para que se les asigne mayor número de efectivos a sus circunscripciones políticas, a sabiendas que ello es imposible. Para más de 34 millones de peruanos existen apenas 132,000 policías y la Escuela de Oficiales de la PNP está cerrada hace más de diez años. Lo que se hace en estos casos, es vestir a un santo para desvestir otro. Pero ello no importa. Se hace la foto con las autoridades policiales,  civiles y militares y todos felices. Los chalacos, en particular, estamos cansados de las grandes reuniones de diferentes autoridades publicitadas en los medios locales para afirmar que se está trabajando en favor de la seguridad. Nada más falso, estamos ante la política de la foto y el video -y si es con bailecito- mejor.

Termino, compartiendo mi pesar con las familias de los trece peruanos asesinados y haciendo extensivo mi reclamo a las autoridades para que se haga justicia con estos trabajadores y se acabe de una vez por todas con esta amenaza constante de inseguridad contra todos los peruanos y, sin duda se asuman las consecuencias políticas, como es debido.

JULIA SCHABAUER



Comentarios

  1. Se tiene que persistir en la movilización del pueblo como el Paro del 14 de Mayo. Pero, sobre todo, debemos elegir mejores gobernantes. Esto pasa por la elevacion del nivel de conciencia de la ciudadanía. Tenemos que educar al soberano.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Oleajes Anómalos: no se aprende la lección

La pelea del siglo : Pedro versus Ciro

Historia del vía crucis para ingresar próximamente al aeropuerto