Perú.....¿ rumbo al despeñadero ?

Por supuesto que NO. Grandes cambios positivos se han dado como consecuencia de duros periodos de crisis. El Perú es un país resiliente, ha salido adelante a pesar de graves crisis económicas, del terrorismo y por supuesto...de malos gobernantes.

Entonces, ¿ cómo evitar que el país se vaya por el despeñadero? En mi opinión, la renovación general de los cuadros en los diferentes Partidos Políticos es una necesidad. Igualmente, la renovación de congresistas, sea por tercios o mitades, debe ser una medida a tomarse en cuenta en este contexto para mantener y reajustar la calidad del Congreso. Algunos opinan que será suicida un Parlamento conformado en su totalidad por congresistas novatos. Bueno, presentar candidatos idóneos, considerando su perfil personal a prueba de corrupción y sin antecedentes oscuros, será tarea de los partidos Políticos. Hay mucha gente decente con deseos de participar en política pero se desaniman ante un sistema donde campea la corrupción y la impunidad. Pero, si nos consideramos verdaderos patriotas, participar en política no sólo es un derecho sino, sobretodo, un deber.

Otro factor que se debe tomar en cuenta para hacer del Perú un país viable es la indispensable Planificación. Tenemos un Plan de Desarrollo Estratégico Nacional, elaborado al 2,030 aprobado por el Acuerdo Nacional y ejecutado por el CEPLAN. Por otro lado existe el Plan Bicentenario y en general tenemos más de mil documentos de planificación en los diferentes de gobierno sin contar con los sectoriales. A éstos hay que sumarles las iniciativas parlamentarias, por las cuales los congresistas, muchas veces de manera irresponsable , proponen obras sin mayor análisis u obedeciendo a intereses "nada santos". Estas numerosas propuestas sin una supervisión efectiva traen como consecuencia desarticulación entre los entes responsables de formularlas y doble gasto o gastos innecesarios, es decir, desorden general.

Por otro lado tenemos el tema de la Regionalización, mal planteada por cierto, pues como sabiamente se hizo en tiempos pre-hispánicos, la demarcación política de las Regiones debió hacerse de acuerdo a un criterio transversal del territorio para que las nuevas Regiones tengan asegurado el acceso a diferentes recursos. Tal vez una de las razones por las que no se hizo así fue porque ésto significaba una considerable reducción en el número de autoridades y bueno pues, los Partidos querían asegurarse más "porciones de la torta". Dicho ésto, lo que tenemos hoy día son numerosas autoridades Regionales y Locales incapaces en su mayoría de formular y ejecutar proyectos responsables de desarrollo, sin contar con los numerosos casos de personajes con procesos judiciales por diversas formas de corrupción. En este punto concuerdo con lo expresado por el economista Alejandro Indacochea: " con la regionalización se descentralizó la corrupción".

De lo dicho anteriormente se desprenden entonces dos temas claves para la recomposición del país:

Por un lado, la necesidad de la renovación de la clase política y por otro, la urgencia de la creación de un organismo rector en temas de planificación similar al desaparecido Instituto Nacional de Planificación con autoridad suficiente para proponer, hacer cumplir y supervisar la ejecución de planes y programas de desarrollo. Sólo así empezaremos a construir un país viable con progreso para todos.