EL CASO KUELAP Y LA REALIDAD PERUANA
Como un aviso casi premonitorio del rumbo que podría tomar el Perú, se produce a pocas horas de celebrarse el Día de la Arqueología en el Perú, un derrumbe en el muro perimétrico del complejo habitacional defensivo de Kuelap (mal llamada fortaleza). Un lugar que estuvo en uso desde el siglo XI hasta el siglo XVI y que trascendió hasta la etapa republicana, hoy se encuentra seriamente afectado, más que por los fenómenos naturales, por la desidia e incompetencia de un Estado indolente que pretende cumplir su función como protector del patrimonio cultural promulgando leyes a diestra y siniestra como si el sólo hecho declarativo bastara.
Kuelap se visualizó como un yacimiento arqueológico de gran potencial para el turismo, tanto por los restos allí encontrados como por su riqueza paisajística. La idea era convertir este lugar en un ícono cultural de la selva norte llegándose a inscribir en la lista de lugares considerados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. Tanto era su potencial que el consorcio ICCGSA y Pomagaiski invirtió alrededor de $ 21 millones de dólares para la construcción de un teleférico para facilitar el acceso al lugar.
Lo que está ocurriendo en Kuelap es parte de una crónica de muerte anunciada. En el año2,019 el Gobierno Regional de Amazonas decidió declararlo en emergencia para que se tomen de inmediato las medidas necesarias debido a las serias afectaciones que ponían en peligro su conservación. La ineficiencia gubernamental, particularmente del Ministerio de Cultura daría como consecuencia daños irreparables, era sólo cuestión de tiempo.
Poner en valor un sitio arqueológico para el turismo no pasa solamente por su limpieza y consolidación. Requiere de investigación constante, técnicas de conservación multidiciplinarias e implementación de centros de interpretación para la difusión de información. Los lugares arqueológicos no son simples ruinas bonitas, como parecen creer muchos políticos y funcionarios de escritorio cuya única contribución a la conservación de nuestro patrimonio, es pasar papeles de escritorio en escritorio justificando su pago cada fin de mes. Los sitios arqueológicos como Kuelap son unidades complejas tanto por la naturaleza de sus estructuras y vestigios como por su entorno ambiental.
Entiendo que el problema que se venía presentando en Kuelap no era ningún secreto para autoridades y funcionarios. Sabido es que por estar obstruidos los conductos de desfogue de aguas, el monumento se fue "hinchando", por ello las piedras que revisten la gran plataforma, se fueron desprendiendo. Lo que ha ocurrido, no ha sido un accidente fortuito, de un día. Lo que ha ocurrido en Kuelap es lo que viene ocurriendo en todo el Perú: incapacidad, burocracia ineficiente, desidia , malas autoridades, funcionarios que no cumplen un perfil mínimo. El Perú al igual que el muro de Kuelap, se viene derrumbando por el mal manejo de un gobierno terco, que a pesar de tener casi un 80 % de ciudadanos que lo reprueban sigue empeñado en continuar aún cuando su terquedad esté costando el destrozo de nuestra economía, crisis en nuestras instituciones tutelares y caos generalizado.
El problema en Kuelap no es de naturaleza económica. Se invirtió mucho dinero en este lugar y hasta tuvo apoyo internacional. Lo que faltó fue algo tan simple como es tener buen criterio (mal endémico en el Perú). En una zona de abundantes lluvias es obvio que contar con un buen sistema de drenaje era fundamental. Se dio una concesión a 20 años a la empresa que administra el teleférico pero no se previeron los mecanismos para garantizar sus conservación...es increíble realmente, por decir lo menos. La política pareciera ser, explotar a la gallina de los huevos de oro hasta que se muera...
El Ministerio de Cultura y sus Direcciones Desconcentradas (salvo dignas excepciones) son instituciones burocratizadas y politizadas que responden a intereses de grupos de poder antes que al interés nacional. La administración de la cultura debe tener un manejo estrictamente técnico y científico. El Mincul se ha convertido en un elefante blanco que a mi entender debe desaparecer y dar paso a un organismo funcional INDEPENDIENTE que cuente con el debido presupuesto y personal calificado.
Los sitios arqueológicos son verdaderos lugares de la memoria. Los arqueólogos construyen identidad y nación a partir de sus investigaciones . La Arqueología cumple un rol importante como productora de memoria social y cultural. Si no preservamos nuestro patrimonio nos convertiremos en un pueblo paria, sin autoestima, sin valores, sin referentes. Si no sabemos de dónde venimos, menos sabremos hacia dónde vamos.
Estamos sentados en un banco de Oro, y que dedperdicio con estos Gobernantes sin principios y valores.
ResponderEliminarNo podemos seguir así
EliminarMuy a menudo escuchamos o leemos que importantes sitios arqueológicos, iglesias, museos están colapsando o están en mal estado.
ResponderEliminarHechos que podrían evitarse si los fondos que para ello recaudan (¿confiscan?) los gobiernos se invirtieran debidamente.
El problema radica en que en el Perú hay muy poco (poquísimo) interés en conservar y valorizar estos bienes culturales, los que deberían constituir el primer recurso económico del país. De ahí muchas situaciones paradójicas como el hecho de que los extranjeros sean más conscientes de nuestro patrimonio cultural que los propios peruanos.
Mucho se dice que Perú es un territorio rico en testimonios y bellezas artísticas y arqueológicas. De hecho, no hay provincia y región que no tenga un museo, un monumento artístico, una zona arqueológica para admirar.
Pero, aparte de vociferarlo a los cuatro vientos y sacar pecho como pavo en celo, ¿qué hacemos?