El pueblo contra el pueblo
Resulta curioso, por decir lo menos, que a pocos meses del inicio del gobierno de Pedro Castillo, quien fuera considerado el representante de los peruanos excluidos históricamente, se encuentre jaqueado por justamente aquellos votantes que lo llevaron al poder impactados por sus discursos populistas, con marcado estilo sindicalista pero carentes de propuestas serias y exacerbando odios utilizando discursos caducos. Castillo en realidad representa la más cavernaria de las izquierdas, tan nefasta como la derecha radical.
Hoy en el país se van multiplicando bloqueos de carreteras, paros y diversos reclamos de índole económico que son el corolario de un gobierno plagado de errores y de mucho olor a corrupción. Los ciudadanos no se alimentan de ideologías y el mayor agravio que puede cometer un gobernante es afectar sus bolsillos y generar expectativas de reformas sin sustento para lograr el respaldo de los electores incautos que en un país con bajo nivel educativo, son muchos.
Cuando un gobernante pierde credibilidad, el pueblo -a quien tanto invoca Castillo- le retira su confianza y ofrecer tres o cuatro medidas de solución, al parecer, ya no serán suficientes. La gente se cansó de su incapacidad. Las madres de familia quienes son las que cargan con la responsabilidad de administrar los gastos del hogar ven con desesperación que el dinero cada día alcanza menos. No les interesa si la crisis se originó en la guerra entre Rusia y Ucrania o en el polo Norte, lo que ellas quieren son soluciones inmediatas que les permitan cubrir su canasta familiar. Los odios, justificados o no, contra la señora K, tampoco funcionan como recursos de justificación.
Lamentablemente para Castillo sus recurrentes errores le están pasando factura. La crisis internacional era evidente que causaría estragos también en el Perú pero su lenta reacción, a diferencia de otros países que tomaron medidas para amortiguar en algo el alza de los precios, ha ocasionado un escenario sumamente complicado para su continuidad en el cargo. La economía de los peruanos, tan golpeada por la pandemia de la Covid 19, se agrava en un momento en el que las empresas y los trabajadores en general hacían sus mayores esfuerzos para revertir los efectos negativos de la prolongada cuarentena.
Hoy en día se reclama por el alto precio de los combustibles (los países desarrollados hace tiempo están trabajando en el cambio de su matriz energética, nosotros seguimos en lo mismo), alimentos, tarifas de peajes y falta de seguridad en las carreteras, pero el tema de los fertilizantes tiene varios meses ya. Como solución se les entregó a los agricultores una ayuda en guano de las islas lo cual resultó insuficiente. Entonces se dijo que se quintuplicaría la producción de guano ( ¿ cómo? ) y se limitaría su exportación para que los agricultores accedan al fertilizante a precios sociales...
Castillo anuncia la rebaja del 90 % del ISC de los combustibles y liberar del IGV al arroz, fideos, pollo y harina por tres meses...¿ será ello suficiente para tranquilizar los ánimos ?, ¿ bastarán sus disculpas para recuperar la confianza de la población ?
Un gobierno con alta rotación de funcionarios definitivamente no genera confianza. Probado está que no se tienen los cuadros necesarios con técnicos calificados. Los ciudadanos hemos visto con estupor como el Estado ha sido tomado como un botín para ser repartido entre los militantes y amigos del partido de gobierno, muchas veces sin las mínimas competencias.
La falta de preparación y de liderazgo del presidente (que nada tiene que ver con su origen provinciano, rural y mestizo) han dado como consecuencia la mayor demanda de presupuesto en diferentes sectores, cosa que no ha sido posible por incapacidad de gestión, por corrupción y obviamente por falta de dinero. Como ejemplo de su falta de liderazgo entre su misma gente podríamos recordar cuando se reunió con altos funcionarios del Banco Mundial y del BID para atraer inversión extranjera y horas más tarde, Bellido vía twitter, amenazó al consorcio privado que opera Camisea, con expropiarlo.
¿Llegó Castillo a su punto de quiebre ?, pronto lo sabremos y como dijo un recordado exministro de economía..."Que Dios nos ayude "...
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