¿ Es el candidato ganador, el mejor candidato ?

 Indudablemente, no es necesariamente el candidato con mejor perfil el que gana una elección, ejemplos sobran y así lo hemos podido observar una vez más en el Callao donde luego de haber vivido por más de dos décadas bajo el poder de una nefasta agrupación política, como lo fue, Chimpum y todas sus variantes aún vigentes, los ciudadanos han elegido nuevamente a un movimiento regional sobre cuyo líder recae una serie de cuestionamientos relacionados a temas de corrupción, en todo el Callao a excepción de Mi Perú. El Callao retrocede a más de lo mismo.

Dicho esto cabe preguntarnos, ¿ Es que los chalacos no aprendemos a elegir ? La respuesta evidentemente no es tan simple. En un proceso de elecciones intervienen diversos factores que pueden llevar a un candidato a ganar. Por un lado, existe un círculo perverso entorno al acceso al poder que da origen a una creatividad ilimitada de ideas para influir, seducir y captar el voto de la ciudadanía. Esta situación provoca que la maquinaria de la corrupción se mantenga viva y, por otro lado existe una apatía de los ciudadanos respecto a la política que favorece la presencia de políticos corruptos.

Hoy ya no gobiernan los mejores, hoy gobiernan los maestros del espectáculo y de la demagogia mediática. Ganar significa poder político y todo lo que de ello se deriva. De allí el afán de ganar como sea, haciendo trampa y jugando sucio. El partido ganador del Callao está en tercer lugar, en lo que a ingresos para campaña se refiere a nivel nacional siendo solamente un movimiento político regional, mientras que los partidos que lo anteceden tienen alcance nacional. Esto nos da una clara idea del poder económico de los nuevos dueños del Callao para lograr sus objetivos.

Así las cosas, es obvio que quienes ocupan los cargos públicos no son necesariamente los más capaces o compenetrados con una pluralidad de intereses. Más bien se gobierna para beneficio de unos pocos o de un determinado sector económico- social. Ello, sin duda, constituye una forma de usurpar el poder por parte de políticos mediocres, sin mayor formación política ni educacional ni mucho menos un adecuado perfil ético, que dicho sea de paso debería ser un requisito indispensable para postular a un cargo de elección. Estos malos candidatos aspiran ganar un proceso electoral para salir del desempleo, la pobreza, aumentar su riqueza o satisfacer un anhelo de poder. Estas pues son las personas propensas a la corrupción que desprestigian el cargo para el que fueron elegidos haciendo luego, durante su gobierno, abuso de autoridad; distribuyen los cargos entre sus amigos, inclusive entre sus familiares y desarrollan conductas soberbias y prepotentes.

Lamentablemente, en el Callao, los ciudadanos siguen siendo captados por políticos que se valen de su gran capacidad económica para realizar un inmenso despliegue de propaganda electoral en diferentes ámbitos y grandiosas presentaciones así como entregar obsequios y dádivas. Sabido es que el voto tiene un gran ingrediente emocional alimentado por las imágenes de publicidad . Hoy en día, lo visual tiene más importancia que las ideas. Las campañas venden sobre todo imágenes antes que contenidos. Es así que un gran porcentaje de chalacos con bajo nivel educativo y múltiples necesidades, resultan siendo electores fáciles de captar por agrupaciones políticas poderosas.

Con mucha pena prefiero reservarme mi pronóstico sobre el futuro de mi Callao. La concentración del poder en una misma agrupación política es sumamente peligrosa. El equilibrio del poder es un elemento indispensable en la democracia. No es un argumento válido aquello que se dice engañosamente aseverando que estando un mismo partido en el gobierno regional, provincial y distrital, el trabajo articulado será mejor. No es así. Ejemplos también los hemos visto en pasadas gestiones e inclusive en las actuales. Las rivalidades y el celo entre los que se sienten poderosos terminan bloqueando un trabajo integral en favor del Callao. Los políticos profesionales hacen su trabajo teniendo como objetivo el bien común y si para ello tienen que sentarse a dialogar enemigos políticos, así lo deben hacer.






Comentarios

  1. Muy interesante tu artículo, Julia. Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  2. Es una pena lo que sucede en el Callao y lo más triste es ver a personas conscientes de todo lo que ha venido sucediendo no solo votan por estas agrupaciones corruptas, sino que se enlistan con orgullo como nuevas caras de la corrupción. ¿Será que si no puedes contra ellos prefieren unirse?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A propósito de los hallazgos en el Real Felipe

La pelea del siglo : Pedro versus Ciro

Urge el Gran Museo del Callao