¿ Es el Callao la región más violenta ?

 Recesión económica e inseguridad ciudadana son, sin duda, los mayores problemas que afectan a los peruanos a lo que se suma la desazón por el Decreto Legislativo 1585 por el cual podrán salir de las cárceles presos con sentencias de hasta 10 años para disminuir el hacinamiento de las cárceles. Esta medida,  según la opinión de algunos especialistas, estaría usurpando funciones del Poder Judicial. En lo personal, no concuerdo con este decreto. Me parece apresurado e irresponsable y no se condice con lo anunciado hace algún tiempo por el Premier respecto a un paquete de medidas para luchar contra el crimen el cual, a pesar de la declaratoria de Estado de Emergencia en diferentes ciudades, sigue en aumento.

Lamentablemente, el Callao no es ajeno a esta realidad. Los asaltos y las muertes por sicariato son cosas de todos los días. Ante esto tenemos a la autoridad regional y provincial enfrascados en un enfrentamiento por la implantación del Estado de Emergencia. Sin duda, declarar el Estado de Emergencia sin un plan a largo plazo, es como darle un panadol a un enfermo grave. Es sólo un paleativo mediático, que en todo caso, servirá para salvar la responsabilidad política del gobernador regional. Tampoco se trata de no hacer nada y dejar las cosas como están. Se trata de diseñar un plan interinstitucional con carácter de urgencia que involucre a los tres niveles de gobierno y cuyo cumplimiento sea vinculante para todas las gestiones hasta lograr la pacificación del Callao.

Sin embargo, a pesar que la inseguridad es un problema de alcance nacional, el Callao es siempre mencionado en los medios como el exponente máximo de este flagelo. Esta propaganda negativa impacta en el desarrollo de su economía, pues a nadie se le ocurre invertir en un lugar peligroso y, por otro lado, perjudica también a los gremios relacionados al turismo que hacen grandes esfuerzos por atraer visitantes. Dicho esto, veamos qué tan peligroso es el Callao en cifras reales.

Hace algo más de un mes, la Agencia IMAGO !  realizó una encuesta para definir los lugares más peligrosos de Lima y Callao según la percepción ciudadana. En primer lugar resultó el distrito de San Martín de Porres como el más peligroso, seguido de San Juan de Lurigancho (definitivamente, estos sitios de "santos", como dicen sus nombres, no tienen nada). Luego de estos distritos se considera al Callao en un tercer lugar.

Ahora, si vemos el problema a nivel regional, de acuerdo al INEI, los lugares con mayores porcentajes de victimización por algún hecho delictivo son : Junín con 38.2 %, Puno con 36 %, Cuzco con 36.2 %, Tacna con 35 .9 % y Lima provincias con 32.8 %. Entonces, nombrar al Callao como un ícono de la delincuencia no es exacto.

Lo que sucede, a mi entender, es que la mala fama del Callao se debe en gran parte a que hemos tenido por más de dos décadas (y seguimos teniendo), malas autoridades (que ni siquiera son chalacos o viven en el Callao) que en muchos casos, se han coludido con delincuentes para asegurar su permanencia en el poder a través del reparto de cupos. 

Así las cosas, tenemos que los grandes responsables de estos extremos de inseguridad que vive el país, en el que una celebración puede terminar con un muerto o, que un pequeño emprendedor tenga que pagar cupos para que los dejen trabajar, son las autoridades a cargo de la elaboración de las políticas de gobierno que lamentablemente aún no logran implementar medidas correctas para terminar con este flagelo. Insisto, no podemos promover el turismo ni el emprendedurismo sino combatimos radicalmente la inseguridad ciudadana. Por ello, es necesario que las máximas autoridades chalacas se pongan de acuerdo en la mejor estrategia para combatir la criminalidad en el Callao y, por otro lado, hacer una campaña muy agresiva en los medios para desmitificar la mala imagen que se le ha dado por años al Callao y vender, más bien las grandes oportunidades que éste puede ofrecer a los inversionistas y visitantes.

JULIA SCHABAUER